No creo que haya nadie que no sea un firme defensor del
derecho al voto, yo, además, siempre he sido un firme defensor de la obligación
al voto; la obligación que yo desearía habitara en el interior de cada uno de
nosotros, la simple obligación moral. Por muchos motivos, pero principalmente
dos: por respeto a todos aquellos que murieron luchando para dignificarnos como
ciudadanos (también a los que murieron sin poder votar nunca) y porque es, en mi opinión, la expresión más
cívica que existe de nuestro poder, de nuestra legitimidad.
Sin embargo, no es difícil entender que en el contexto
político actual haya quien, decepcionado, desilusionado, derrotado o cansado de
seguir cabreándose, considere que el mejor recado que puede mandar a la clase
política sea precisamente no votar. Hay quien en este clima, que siendo
generosos podríamos tildar de soporífero, piensa que la abstención es un claro mensaje
que los candidatos deberían saber interpretar. No les falta razón, la
abstención es un mensaje claro, contundente y de fácil comprensión; ahora bien,
es un mensaje perfectamente interpretado por azules y rojos pero sin
repercusión alguna. El pastel a repartir va a ser el mismo votemos 5 o 50.
Sería ésta, la abstención, una opción a tener en cuenta si el número de
diputados (totales) e incluso el presupuesto del que dispusieran, dependiera del porcentaje de participación en
las elecciones, entonces sí, entonces el mensaje, además de ser claro tendría
consecuencias.
Por tanto, mi recomendación es evidente, se advierte con
facilidad: votemos. Votemos porque es la única manera de que nuestro acto (o
ausencia de) tenga consecuencias, porque es la única manera real que tenemos de
ser escuchados. Pero votemos con
diligencia.
Yo, hasta las pasadas elecciones consideraba que ante dos
males hay que elegir al menor de los dos. Ahora no, hoy no, no sé mañana. Hoy
creo que nuestra acción cívica y legítima debe ir encaminada a mostrar nuestro
absoluto descontento. Con nuestro voto debemos decirles al PP y al PSOE que no
nos gustan, que ni nos gusta este Gobierno, ni el anterior, ni sendas
oposiciones. Tenemos la herramienta para romper la baraja y condenarles a
entenderse. El próximo 25 de Mayo votemos, votemos a Podemos a
Movimiento red a Primavera Europea a VOX a Partido X a UPyD o incluso a Izquierda Unida, pero votemos.
Votemos decididamente y en masa, llenemos las calles de
tantos colores que el azul y el rojo se vean intimidados. No comentamos la
torpeza de pensar que en Europa ya está todo el pescado vendido, que un grupo
minoritario no tiene nada que decir. Tiene mucho que decir, porque quienes
nosotros elijamos van a verse las caras muy a menudo con los que hasta ahora
sentían que tenían el sillón asegurado allí, van a levantar a alguno de su
cómodo sillón y van a sembrar la duda y el miedo en PP y PSOE de lo que está
por llegar. También en Europa harán lectura de estos resultados, también ellos
sabrán interpretar que un solo sillón robado al PP o al PSOE, en estas
elecciones, implica mucho más que un voto favorable o no en las decisiones
finales. Si sabemos votar, unos y otros van a ver por fin la grieta que se está
abriendo en la política y en el continente europeo.
Que estas elecciones sean el ensayo general del nuevo mapa
político español, que sean el preludio de un Gobierno formado por grupos condenados
a entenderse, condenados a esforzarse y a trabajar en el consenso. Porque sólo
de este modo las medidas adoptadas serán medidas que perdurarán a lo largo de
los años y dejaremos de vivir en cuatrienios legislativos, sólo de este modo el
largo plazo volverá a ser un objetivo real, sólo así los tres poderes dejarán
de contaminarse y quizá, y sólo quizá, de este modo electores y elegidos recuperemos del cajón de
los trastos los apuntes de griego y recordemos el significado de la palabra democracia.
Votemos, rompamos la baraja y empecemos de nuevo sin miedo.
Totalmente de acuerdo con tu comentario.
ResponderEliminarEs la primera vez que entro en tu blog pero, desde este momento, se acaba de convertir en uno de mis favoritos.
Muchas gracias Paco y bienvenido; bienvenido a este faro donde mi mayor ilusión sería crear un lugar en el cual todos tengamos algo que decir, algo que aportar, para así, nutrirnos los unos a los otros.
EliminarSaludos y espero volver a leerte!
Rodrigo